viernes, 22 de enero de 2016

Lo importante de ser creativo


La forma de pensar de Niels Bohr

Sir Ernest Rutherford, presidente de la Sociedad Real Británica y Premio Nobel de Química en 1908, contaba la siguiente anécdota. Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de física, pese a que este afirmaba con rotundidad que su respuesta era absolutamente acertada. Profesores y estudiantes acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo.
Leí la pregunta del examen y decía: "Demuestre como es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro."
El estudiante había respondido: lleva el barómetro a la azotea del edificio y átale una cuerda muy larga. Descuélgalo hasta la base del edificio, marca y mide. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio.
Realmente, el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, porque había respondido a la pregunta correcta y completamente. Por otro lado, si se le concedía la máxima puntuación, podría alterar el promedio de su año de estudios, obtener una nota más alta y así certificar su alto nivel en física; pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera ese nivel.
Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad. Le concedí seis minutos para que me respondiera la misma pregunta pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debía demostrar sus conocimientos de física. Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada.
Le pregunté si deseaba marcharse, pero me contestó que tenia muchas respuestas al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas. Me excusé por interrumpirle y le rogué que continuara. En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta: coge el barómetro y lánzalo al suelo desde la azotea del edificio, calcula el tiempo de caída (t) con un cronómetro. Después se aplica la formula altura = 0,5 * g * t2 (g = aceleración de la gravedad) . Y así obtenemos la altura del edificio. En este punto le pregunté a mi colega si el estudiante se podía retirar. Le dio la nota más alta.
Tras abandonar el despacho, me reencontré con el estudiante y le pedí que me contara sus otras respuestas a la pregunta.
Bueno, respondió, hay muchas maneras, por ejemplo, coges el barómetro en un día soleado y mides la altura del barómetro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporción, obtendremos también la altura del edificio.
Perfecto, le dije, ¿y de otra manera?
Sí, contestó, este es un procedimiento muy básico: para medir un edificio, pero también sirve. En este método, coges el barómetro y te sitúas en las escaleras del edificio en la planta baja. Según subes las escaleras, vas marcando la altura del barómetro y cuentas el numero de marcas hasta la azotea. Multiplicas al final la altura del barómetro por el numero de marcas que has hecho Y ya tienes la altura. Este es un método muy directo.
Por supuesto, si lo que quiere es un procedimiento mas sofisticado, puede atar el barómetro a una cuerda y moverlo como si fuera un péndulo. Si calculamos que cuando el barómetro esta a la altura de la azotea la gravedad es cero y si tenemos en cuenta la medida de la aceleración de la gravedad al descender el barómetro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores, y aplicando una sencilla formula trigonométrica, podríamos calcular, sin duda, la altura del edificio.
En este mismo estilo de sistema, atas el barómetro a una cuerda y lo descuelgas desde la azotea a la calle. Usándolo como un péndulo puedes calcular La altura midiendo su periodo de precesión. En fin, concluyo, existen otras muchas maneras.
Probablemente, la mejor sea coger el barómetro y golpear con él la puerta de la casa del conserje. Cuando abra, decirle: señor conserje, aquí tengo un bonito barómetro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo.
En este momento de la conversación, le pregunté si no conocía la respuesta convencional al problema (la diferencia de presión marcada por un barómetro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares). Evidentemente, dijo que la conocía, pero que durante sus estudios, sus profesores habían intentado enseñarle a pensar.
El estudiante se llamaba Niels Bohr, físico danés, premio Nobel de Física en 1922, màs conocido por ser el primero en proponer el modelo de átomo con protones y neutrones y los electrones que lo rodeaban. Fue fundamentalmente un innovador de la teoría cuántica.
Al margen del personaje, lo divertido y curioso de la anécdota, lo esencial de esta historia es que LE HABIAN ENSEÑADO A PENSAR.

carta de un bebe neonato a su madre



hola mami,
¿cómo estás? Yo muy bien, gracias a Dios... hace apenas unos dias que me concebiste en tu panzita...
la verdad no te puedo explicar lo contento que estoy de saber que vos vas a ser mi mamá, otra cosa que tambien me llena de orgullo es el ver con el amor con el que fui concebido...
¡todo parece indicar que voy a ser el niño más feliz del mundo!
Mami, ha pasado ya un mes desde mi concepción, y ya empiezo a ver como mi cuerpito se empieza a formar, digo, no estoy tan bonito como vos, pero dame una chance. ¡estoy muy feliz!
Pero hay algo que me tiene un poco preocupado, últimamente me he dado cuenta de que hay algo en tu cabezita que no te deja dormir, pero bueno, ya se te pasara, no te apures.
Mami, ya pasaron dos meses y medio y la verdad estoy feliz con mis nuevas manitos y de veras que tengo ganas de utilizarlas para jugar...
¿mamita decime qué te pasa, por qué lloras tanto todas las noches?
¿por qué cuando papi y vos se ven se gritan tanto? ¿ya no me quieren....o qué?
Han pasado ya tres meses, mami... te noto muy deprimida, no entiendo que pasa, estoy muy confundido.
Hoy en la mañana fuimos con el doctor y te hizo una cita para mañana. No entiendo, yo me siento muy bien...
Mami, ya es el día...¿ a dónde vamos?
¡Epa mami! ¿por qué lloras? No llores, si no va a pasar nada. Mami, no te acuestes, apenas son las dos de la tarde, es muy temprano para irse a la cama aparte, no tengo nada de sueño, quiero seguir jugando con mis manitos.
¡hey, hey! ¿qué hace ese tubito en mi casita? ¿es un juguete nuevo? ¡oigan! ¿por qué estan succionando mi casita? ¡Mami! ¡esperen! ¡esa es mi manito! Señor,¿por qué me la arrancan?¿no ve que me duele? ¡mami defiendeme! ¿no vez que todavia soy muy chiquito y no me puedo defender?
Mami, mi piernita ¡me la están arancando! ¡Por favor deciles que ya no sigan, te juro que me voy a portar bien, ya no te vuelvo a patear. ¿cómo es posible que un ser humano me pueda hacer esto? Ya va a ver cuando sea grande y fuerte...¡Mami, ya no puedo más, ...mami...mami...¡ayudame!
Mami, han pasado ya 17 años desde aquel día y yo desde aqui observo como todavía te duele esa decisión que tomaste.
Por favor ya no llores, acuerdate que te quiero mucho y aquí te estoy esperando con muchos abrazos y besos.
te quiere mucho
Tu bebé.